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domingo, 27 de septiembre de 2015

Autora: Clapés Mariana

LAS IDEAS POLÍTICAS DEL GRAN CAPITÁN

El bagaje que trajo de Europa
Para poder penetrar en el pensamiento y en la moral política del prócer es necesario fijar el clima político de España y de Europa en el instante en que sintió el reclamo del suelo americano y se resolvió a dejarlo todo para emprender una nueva vida. Español por herencia, por educación, dedicó  22 años de su existencia la servicio por la patria de sus mayores y suya propia. Es llamativo que abandonara todo por un nuevo ideal y que de allí en más ese ideal  fuera para él una fuerza tan convincente, sugestiva y poderosa, que lo movió a luchar sin claudicaciones ni quebrantos  contra la que había sido su patria y trasformarse de oficial español en brillante General americano. Las motivaciones que  trasformaron su existencia  y la de otros oficiales españoles maduraron el ánimo del prócer en el seno de las logias que pululaban en Europa. Apenas si había uno que otro joven  con ideales  que no estuviera iniciado en estas logias. Las corrientes liberales en pugna con los monarcas absolutos se desenvolvieron a la sombra  de estas sociedades  secretas, especialmente protegidas desde Gran  Bretaña. Algunos americanos, llamados precursores, bebieron en ellas el fermento de lo que sería luego un programa de Independencia y libertad política y se lanzaron a la tarea de despertar las conciencias de sus compatriotas.  La nación inglesa observaba estos intentos son simpatía. Entre 1780 y 1810, los protegió y estimuló, después actuó como mediadora entre las colonias insurrectas y la metrópoli española, para ser luego la primera en reconocer  a las nuevas naciones. El venezolano Francisco Miranda estableció en Londres la Logia llamada Gran Reunión Americana y sus integrantes se comprometieron bajo juramento a "no reconocer  por gobierno legítimo de las Américas sino aquél que fuese elegido por la libre  y espontanea voluntad de los pueblos  y a trabajar por el sistema Republicano". 
El panorama político de España era hacia estos años verdaderamente desalentador. El espectáculo  de la decadente familia real, la política obsecuente del ministro Godoy, los triunfos de Bonaparte en el continente, desanimaban las esperanzas de los idealistas liberales. Es probable que la fecha de ingreso de San Martín a la logia de Caballeros Racionales en Cádiz, se produjera hacia 1807. Dependía ésta de la gran Reunión Americana, y contó en su seno con otros americanos inquietos, tales como Alvear , Zapiola, Carrera, Anchoris. Allí se formaron para llevar adelante la obra de regeneración política de los pueblos, que cada uno se propuso realizar en el territorio de su nacimiento. El mismo San Martín escribió años después una carta: "Una reunión de Americano en Cádiz, sabedores de los primeros movimientos acaecidos en Caracas, Buenos Aires, etc., resolvimos regresar cada uno al país de nuestro nacimiento, a fin de prestarles nuestro servicios en la lucha..." Desde Cádiz solicitó permiso al gobierno Español para retirarse del ejército con el objeto "de arreglar sus intereses" en América. 
Ya como teniente coronel retirado se embarcó rumbo a Londres y en ésta ciudad permaneció  cuatro meses. Asistió a la Gran Reunión Americana en el tiempo que duró su estadía. Allí amplió su visión de los hombres  y de los principios de los cuales se había ligado para siempre y pudo compenetrarse del significado continental con que se propugnaba la independencia de los dominios hispánicos. Tanto Miranda como Bolivar  proyectaron formar una Gran Confederación hispanoamericana. El proyecto que plantearon en Londres decía "Los diversos Virreinatos y provincias del norte y Sud de América se dividirán en diferentes Estados, de acuerdo con sus límites físicos y políticos, pero ellos proyectarán un Sistema Federal, que dejando a los respectivos estados una independencia de gobierno que pueda formar una autoridad central combinada".
Mientras San Martín se halló en contacto con personajes ingleses  y alternó en la logias de Londres y Cádiz, se empapó y compartió las ideas de confederación hipanoamericana que después defendió con tanto empeño. 
La idea rectora se resumía en dos palabras; independencia y unidad. Ésto fue lo que definitivamente San Martín  se impuso: llevar la guerra firme contra el poderío español en América, urgir la independencia  de hecho y derecho, asegurar la unidad política de las antigua colonias para que se constituyeran en un país rico y poderoso donde brillaran las libertades civiles y políticas. Para lograrlo necesitamos  del apoyo de una nación poderosa y lo solicitaron de Gran Bretaña, que habían perdido su hegemonía comercial con el continente europeo y en sus colonias del norte. A ella le ofrecieron recuperar esa hegemonía con tal de que ayudara a llevar a cabo sus sueños de Independencia.